15/2/08

Reseña "Manual de Sociología del Trabajo..."









RESEÑA SOBRE EL Manual de la Sociología del Trabajo y de las Relaciones Laborales”, de Holm-Detlev Köhler y Antonio Martín (2005). Delta Publicaciones

Daniel Albarracín. Agosto 2005.


Profesor Universidad Carlos III de Madrid


Publicado en Cuadernos de Relaciones Laborales 2006, 24, núm. 2


1. Objeto del manual.



Asistimos a la aparición de un texto que nos proporciona a los profesionales de las relaciones laborales una herramienta de consulta y reflexión que muchos estábamos esperando. Es, sin duda, un manual novedoso, innovador y crítico, que sobresale por lo completo y actualizador de su tratamiento de la disciplina, así como por su singular aproximación al caso europeo y español.. El manual de Köhler y Martín Artiles, a nuestro juicio, contribuye con un instrumento comprehensivo de las teorías y dinámicas actuales que ciernen sobre las relaciones sociolaborales, comportando un recurso didáctico y un estímulo intelectual que, por otro lado, entraña una interesante puesta en orden en lo que refiere al debate contemporáneo sobre la disciplina.



Asimismo, en absoluto convencional pero bien estructurado, cuida la pluralidad de planteamientos, y se sitúa valiente y rigurosamente en una reelaboración de la materia desde una óptica crítica, que en ningún caso cae en el radicalismo. Recae su énfasis en una sociología que fija la atención en un fenómeno vivo -las relaciones laborales- pautado, según los autores, por la conducta e interacción entre actores y agentes sociales como articuladores de la institucionalización histórica del sistema corporativo moderno. Esa interacción y sus inclinaciones están confíados al protagonismo de estos actores “representadores” de una y otra parte, que dialogan, en un cara a cara enfrentado, en el terreno de juego político-estatal. Se reflejan, desde este punto de vista, los escenarios controvertidos sobre los que se están construyendo caminos, difíciles, complejos, desde el tiempo de la historia que envuelve, y hace encontrarse a los agentes -y merced a ellos a la sociedad entera- hacia el porvenir.



Dirigido a profesores de sociología industrial, del empleo y el trabajo, de la empresa, de las organizaciones, en suma, de las relaciones laborales, es por otro lado un magnífico instrumento para expertos de los recursos humanos, analistas del sistema económico, contribuyendo a ordenar un debate necesario en el campo que toca. Es sin duda, un manual completísimo para el alumnado de ciencias sociales que curse o simplemente esté interesado en el ámbito y disciplina sociolaboral, materia que por su importancia sociopolítica debiera también suscitar atractivo a cualquier miembro de la ciudadanía.



Los profesores de sociología industrial y afines debíamos recurrir hasta ahora a otras obras, que ora sólo brindaban útiles parciales por referirse a un concepto o fenómeno singular, o que ya habían quedado desfasadas por el paso del tiempo, o bien estaban sesgadas hacia particularidades de la disciplina, o concebidas bajo perspectivas no pluralistas, ora se trataba de obras de autores que no reflejaban la realidad sociolaboral europea en su conjunto y desde luego no trataban el caso español. Ahora tenemos la ocasión de manejar una obra que aborda de manera amplia los temas fundamentales de la disciplina, de manera plural, retroalimentada teórica y empirícamente, y con perspectiva internacional.



2. El contenido y su estructuración.




La atención de la obra se centra en un debate para el ahora, desde la historia, aunque su estrategia de presentación arranca de lo teórico y temático para luego abordar las cuestiones del cambio y la acción social empíricos. Los autores optan en su primera parte (el trabajo y el empleo, la empresa, las crisis y cambios de las relaciones laborales) (capítulos 1-3) por una introducción imprescindible, sin vericuetos, a los conceptos y controversias fundamentales para ayudar a orientar el acercamiento a capítulos posteriores.



Ya en su segunda parte, armando una magnífica caracterización de las tradiciones teóricas y las diversas estrategias de investigación existentes, sigue con una aproximación sintética a la sociología clásica, así como a la génesis de la sociología de las relaciones laborales -comportando una contribución de gran originalidad, comprehensividad y pluralismo-, (capítulos 4-6) para proceder a identificar a lo largo del texto y de los siguientes capítulos, cuando ello resulta revelador, los vínculos entre la teoría contemporánea tratada en cada caso con los clásicos de referencia.



El texto enfatiza su mirada sobre la sociología de las relaciones laborales y del trabajo recreada de las últimas décadas (capítulos 7-10), y sus perspectivas, conceptos interpretativos y temáticas principales (la elección racional, el enfoque sistémico, la teoría de la regulación, las cuestiones de género como dimensión crucial, las aproximaciones al fenómeno subjetivo del trabajo, las dinámicas y los problemas en torno a los mercados de empleo, o el debate sobre las cualificaciones y la competencia profesional). Así que no sólo consigue obtener un resultado de articulación completo y coherente sino también fundamentalmente renovador.



Sin agotar estas virtudes es necesario indicar un valor añadido más. En este sentido, el texto incluye, de manera racional, autores y sociologías que hasta ahora no se habían incorporado como tales al corpus disciplinar de la sociología de las relaciones laborales propio de un manual, para reconocer y tratar su significación y aportaciones al debate (por ejemplo, la teoría de la regulación, las contribuciones foucaultianas, así como las aportaciones de autores españoles a la materia -Luis Enrique Alonso, Fausto Miguelez, Carlos Prieto, entre otros-, en forma de capítulos exclusivos o de lecturas escogidas, rara vez incluidos, si exceptuamos a Manuel Castells, en los manuales al uso). Así se nos brinda con nuevas perspectivas, conceptos hasta ahora insuficiente o nulamente tratados. Completa el círculo la inclusión de resultados empíricos sobre los objetos de estudio de la materia que convierten a este manual, también, en un trabajo de investigación aplicada sintetizador del saber relevante sobre las relaciones laborales.



La parte tercera es otra formidable aportación. Como señalamos, los autores confieren a los actores y sus estrategias el protagonismo del cambio. Cambio que entraña el origen de todas las controversias y desafíos de una disciplina viva preocupada por analizar y contribuir a las transformaciones de nuestra sociedad salarial, industrial y mercantil. De modo que se acercarán a las cuestiones de la organización social del trabajo, la conformación y acción de los agentes sociales, la construcción y funciones del Estado, y el conflicto sociolaboral, dinamizador desde una óptica de oposición y negociación entre estos agentes y actores del cambio a los que conceden todo el espacio de esta tercera parte del manual. Se trata de una perspectiva ligada a una interpretación, en nuestra opinión, muy próxima a la teoría de la regulación originada en Francia (por ejemplo por M. Aglietta, R. Boyer o B. Coriat), que relativizando el conflicto de clases (convertido en lucha de clases democrática e institucionalizada a través de el diálogo y disputa por actores sociales corporativamente reconocidos) señala la dinámica de oposición y negociación continua entre sectores sociales representados actorialmente por sindicatos, patronales y partidos políticos en el marco del diálogo y concertación social amparada por el Estado -comprendido como terreno de juego civilizatorio al margen del cual poco cabe-).



Por último, y de manera inédita por su tratamiento en manuales, se aborda una reflexión interesante sobre la construcción europea y la europeización de las relaciones laborales. La línea interpretativa sugiere implícitamente, desde una óptica crítica de reforma de las instituciones de la UE, las bondades de las apuestas del sindicalismo europeo hacia un la conformación en la UE de una versión de capitalismo renano de corte socialdemócrata. En este sentido, si bien el manual es sin duda pluralista, y adopta un lenguaje neutralizado, caracterizando los diferentes modelos analíticos -convencionales o críticos-, creo que puede afirmarse asimismo que en modo alguno es un texto neutral, y ahí radica especialmente su valía.



3. Análisis de su estructura formal y pedagógica.



La obra adopta un formato de manual de consulta en sí mismo cargado de un sentido reflexivo y ensayístico original, constituyendo una selección inteligente, práctica e integral de la disciplina.



El texto maneja siempre terminología asequible, y cuando incorpora conceptos los explica debidamente. Hace el esfuerzo de tratar de dialogar con el lector a la luz de sus posibles puntos de partida. En este sentido, Jesús Ibáñez nos sugirió un día que el análisis comunicativo y didáctico debe rehuir de dos extremos puros: redundar sin más, porque no se aportaría nada nuevo, y la reiteración se agotaría en obviedades desmotivadoras para la comunicación; o informar sobre lo nuevo sin brindar antecedentes ni referencias, porque la ausencia de un suelo o un contexto arrojaría la información como ruido ininteligible; la estrategia comunicativa idónea es, por el contrario, una fluida nueva información contextualizada, para asentar el aprendizaje sobre los cimientos anteriores, para vincular lo nuevo con lo viejo. A este respecto, el manual alcanza este objetivo con nota.



También es conveniente señalar, que aunque el texto puede manejarse por sí mismo, por un lector iniciado a las ciencias sociales, es preferible que los alumnos hayan superado ya ciertas asignaturas troncales que propicien un rodaje, ayudando el haber tratado algunos temas de sociología, economía de las organizaciones, etcétera. En cualquier caso pueden obviarse si el profesor emplea el manual introduciendo y acompañando su lectura adecuándose y contemplando el nivel del alumnado, o sirviéndose de él como soporte, complemento o profundización -como es sabido los nuevos formatos de asignaturas cuatrimestrales hacen inviable un tratamiento exhaustivo de todas las temáticas de la disciplina en tan poco tiempo-.



Su organización y estructura desarrolla y se adapta de manera innovadora al nuevo enfoque didáctico para la docencia exigido en la Declaración de Bolonia, siendo posiblemente uno de los primeros en emprender un producto docente adecuado al nuevo formato. Emplea un estilo directo, claro, ameno, poniendo de relieve aspectos significativos para el conocimiento de la materia, sin academicismos o retóricas. Evita, en casi todos los capítulos, las exposiciones plumbeas o secundarias, para hacer comparecer de manera sintética y resumida las diferentes posturas, sin inventarios para la galería, incidiendo en lo relevante. Introduce fragmentos de literatura científica que contribuyen a dinamizar, ilustrar o fijar las claves sobre la temática, así como tablas esquemáticas que ayudan a visualizar la estructura conceptual y argumental plural del capítulo y de los diferentes paradigmas. Pedagógicamente emplea así una aproximación interpretativa cognitivista, confrontando esquemáticamente ópticas diferenciadas. No evita la controversia entre aproximaciones, si bien las trata analíticamente por separado, con las debidas introducciones contextualizadoras, comparativas y síntesis finales. Tanto las tablas didácticas, esquemas gráficos comprensivos y resúmenes construyen una imagen de conjunto de lo estudiado, eludiendo el relato descriptivo, monótono y líneal de sumatorios de ideas aisladas.



El manual incorpora cuidadosamente textos escogidos, de obras de los últimos años que sirven al mismo tiempo como lectura y parte del cuerpo de estudio. Realiza, a este efecto, una artesanal y delicada selección de fragmentos significativos, que por supuesto estimulan al lector a continuar su acercamiento mediante la búsqueda de lecturas más en profundidad. El mejor efecto de esta tarea es que las lecturas propuestas satisfacen diversos objetivos. Sirven tanto para la realización de ejercicios en clase de comentario y exposición, con textos inéditos a veces no accesibles en castellano y que son traducidos por los mismos autores a este efecto. Estas lecturas no interrumpen el cuerpo del texto, que combina una exposición bien orientada en un ensayo que no pierde, casi nunca, el interés ni dinamismo -tan frecuente en tantos manuales-. Efectivamente, las lecturas no constituyen un encaje artificial, sino que fluyen encadenada y bastante armoniosamente con el cuerpo del texto didáctico propio, incorporando comentarios que ayudan a su interpretación. El manual consigue no sólo estructurar el trabajo de aprendizaje del alumno en su fase iniciática sino enriquecer el interés del estudioso y el curioso intelectual ya avanzados.



Los capítulos, desde una óptica formal, guardan una estructura heterogénea si nos referimos a la tercera parte, posiblemente por la intervención de dos autores en el manual, que en cualquier caso no resta valía al contenido a la obra. Todos los capítulos culminan con unas preguntas de reflexión, abiertas y sencillas, sobre lo leído, propiciando un momento idóneo para evaluar los propios avances y ayudar a retener los conceptos más relevantes. Los apartados de la tercera parte además nos brindan un resumen que nos sintetiza y ayuda a recapitular sobre lo leído. Los dos primeros capítulos son de carácter claramente ensayístico, bien estructurados de manera conceptual y con una organización de la información accesible para los que se inician, y aunque en estos se introducen esquemas y tablas didácticas muy oportunas y clarificadoras, según avanza el tercer capítulo se aportan elementos empíricos reveladores, nutridos por la investigación aplicada de los autores. La información empírica goza de una cualidad, no se refiere a simples hechos contigentes, particulares, en una óptica de corto plazo, sino que trata de remontarse, al menos, a la segunda mitad de siglo XX, y preferentemente, a la etapa posterior a los años 70, hasta proporcionarnos datos significativos, en cualquier caso de interpretación estructural, muy recientes.



Conviene dejar constancia de su manejabilidad. Aparte de un detallado índice, el manual incluye una extensa y rica bibliografía, una lista de cuadros y lecturas, y un índice analítico que ayuda a la consulta sobre ciertos conceptos y temáticas específicas.



La obra referida se escapa grácilmente de la esclerotización descriptivista de los manuales al uso, y erige en obra viva, con las virtudes de una estructuración inteligente e inteligible, un texto al alcance de todos los que se aproximan intencionalmente a tratar de interpretar las importantes problemáticas de la sociedad del trabajo asalariado.



La solidez y amplitud teórica del manual garantiza la durabilidad en su uso durante muchos años. La información empírica no sólo nos hace disfrutar de un texto en sí mismo de investigación aplicada, sino que comporta un análisis para la reflexión presente y de las próximas décadas.



4. Perspectiva de los autores.



La perspectiva de exposición profundiza en el análisis, con cuidado pluralista -pero no neutral-, de las diferentes perspectivas sociológicas del y sobre el trabajo existentes, tanto clásicas como contemporáneas. El ordenamiento a la hora de tratarlas desarrolla una crítica, por desbordamiento y deconstrucción, de las visiones neofuncionalistas, asimiladas a las aproximaciones neodurkheimianas y neoliberales. Habilita un lugar para mayor confianza intelectual a diferentes interpretaciones neoinstitucionalistas, postkeynesianas, manejando una versión postmarxista próxima, posiblemente, a una versión del regulacionismo, perspectiva dominante en la actualidad entre los autores críticos de la izquierda intelectual europea.



Desde un punto de vista sociológico, teniendo en cuenta los paradigmas clásicos, los autores modulan la articulación de su estrategia de investigación soportándose en un encaje marxista-weberiana (o keynesiano-ricardiana marxistizante visto desde una óptica económica) al (des)calificar y asimilar, por su afinidad ideológica, las estrategias de investigación durkheimianas al neoliberalismo y la escuela económica neoclásica. Así, como vemos, la propia articulación, ordenación y selección de los temas, con una coherencia clara, guarda una racionalidad propia, que anima la estructuración del contenido. A este respecto, la postura de los autores, según se advierte, parece inclinarse hacia un institucionalismo entre corporatista y actorial. Así, son críticos frente a las tradiciones estructural-funcionalistas (así como del marxismo althusseriano), o las interpretaciones hiperconflictivistas. Al margen de estructuras totalizantes y deterministas, que se desenvuelven sin actores concretos, o de luchas de clases ingobernables que sacudan la historia, digamos que comprenden que la dinámica social está pautada por el consentimiento y el conflicto de alcance medios, haciendo posibles “grandes compromisos o pactos sociales” de carácter duradero.



5. Su contribución al debate. Controversias ausentes y críticas al manual.



El texto comporta un instrumento integrador del saber sobre las relaciones laborales reuniéndolo en una sola obra. Toda elaboración, no obstante, es una síntesis provisional, según el término de Paul Ricoeur, y aunque la completitud del manual es excelente se me antoja importante recordar o poner de relieve algunos debates que han quedado posiblemente en el tintero.



El texto quizá haya dejado un tanto olvidado una relevante controversia entre los autores y familias de la disciplina. Disciplina ciertamente escindida en la práctica en una pujante y rentable sociología o economía del management, que corre por sus propios derroteros en el mundo de la empresa alejada de problemas que no conciernan a la “gestión de los recursos humanos”; y otra que acierta a recuperar el análisis histórico del trabajo, el empleo y la organización de la producción desde una óptica institucional y social. Dentro de esta recuperación -una auténtica renovación de una sociología de las relaciones laborales de la que los autores participan- nos encontramos con el debate suscitado por una reclamada sociología del trabajo (J.J. Castillo), inclinada a la arqueología del trabajo, la ergonomía y el análisis sociotécnico de los distritos industriales; y una sociología del empleo (C. Prieto), centrada en las normas de empleo y su fractura y la fuerza sociopolítica de los Estados en su conformación. Los autores del manual se sitúan en una opción pluralista e integradora de ambas líneas, desde su aproximación socioinstitucional, comprometiéndose con una sociología de las relaciones laborales -término que acomodaría a la disciplina en su conjunto y que es, a nuestro juicio, la más oportuna-, ponen su acento en el papel de los agentes sociales y el Estado, en una perspectiva actorial, pero también convienen en el análisis de la situación de trabajo concreta como un factor explicativo importante -quizá influido por una óptica bravermaniana con sus aciertos, sesgos y excesos-. En suma, consiguen cierta síntesis de ambos polos del debate, que, sin embargo, no es tratado como tal, y no es ni siquiera mencionado en términos que merece, para no hacer una superación en falso.



Este debate encuentra quizá otro intermediador o ámbito superador de reflexión, que tampoco se menciona. Se trata de una emergente sociología de las relaciones salariales, que es desarrollada principalmente en Francia (P. Naville, P. Rolle, M. Alaluf, Rubin, etc...), y que está renaciendo en nuestro país en los últimos años (ver el monográfico coordinado por C.Castillo, 21, núm. 2, en Cuadernos de Relaciones Laborales). La sociología de las relaciones salariales, resitúa en el corazón del debate la necesidad de repensar las relaciones salariales capitalistas como vínculo central civilizatorio, más allá de la formalidad jurídica del contrato laboral, o de la situación de trabajo, o incluso más allá del falso debate de los lados buenos y malos de la tutela salarial. Las relaciones salariales conforman el eje central de generación de dependencia, explotación -a veces a través de formas mercantiles no formalmente salariales o directamente irregulares-, y cuya influencia y centro gravitatorio no se limita al puesto de trabajo, a las políticas de empleo estatales o la negociación colectiva. Estas condicionan seriamente e interactúan estructuralmente en los ámbitos de reproducción social -familia, educación, socialización-, regulación del empleo y organización del trabajo, como tres ámbitos de un continuo fluido en el que la fuerza de trabajo global es movilizada por espacios de empleo más intercambiables y homogeneizables que antaño, y se desliga de cualquier dinámica apegada a la situación de trabajo concreta, para mayor gloria -y contradicción- de la reproducción del capital. Dinámica que revisa un marxismo vulgar invadido por prejuicios neorricardianos. Esta perspectiva de análisis sobre las relaciones salariales explora los cambios de la sociedad superindustrial moderna desde las relaciones capitalistas en su último desarrollo, superando los problemáticos discursos y explicaciones sobre la sociedad de servicios (Albarracín, D.; 2003, De la utopía postindustrial a la crisis de las sociedades salariales de servicios. Tesis doctoral. UCM), o la crisis del fordismo y su supuesta transición a una nueva era calificada de manera multiforme (neofordismo, postfordismo, neotaylorismo, etc...).



En nuestro opinión, y en este sentido, advertimos cierta simplificación a la hora de tratar las diversas escuelas del pensamiento sociológico crítico. No se distingue debidamente entre postmarxismos (por ejemplo, las perspectivas actoriales de Touraine, Castells y afines sociologos del conocimiento-informacionalismo; el inmaterialismo italiano; o el propio regulacionismo etc...) y los marxismos (estructuralista, marxismos mecanicistas vulgares, y otros histórico-conflictuales basados en la dinámica de sujetos sociales complejos estructurados en clases y en disputa-consentimiento). La obra visita sólo de puntillas el debate que se cierne sobre el desarrollo de estas perspectivas. En este sentido, se adivina una divisoria simple que criticaría el viejo marxismo estructuralista, y que se quedaría con un “neomarxismo”, que a nuestro juicio coincide con el análisis regulacionista con el que los autores podrían encontrarse identificados -especialmente Martín Artiles-.



Esta obra arroja una visión europea y se acerca con profundidad al caso español cuando analiza de manera aplicada diversas cuestiones de interés. El texto compara la realidad de los modelos sociolaborales europeos (escandinavo, corporativo, latino, etc...) con los anglosajones y japonés. Pero aquí posiblemente radique su déficit, por su escaso tratamiento de las realidades de países fuera de la órbita del industrialismo aventajado internacional, señalando únicamente, de manera poco crítica, su amenaza en tanto que competidores emergentes, con lo que la visión europea también es eurocentrista. Los autores parecen apostar por un modelo de competitividad europeo socialmente aceptable y de calidad -en detrimento de otro basado en la competitividad de precios o costes- sin poner en cuestión la propia regla de juego de la competitividad y el intercambio desigual del capitalismo global, como si fueran irreformables.




En suma, el manual de Holm-Detlev Köhler y Antonio Martín Artiles constituye un hito por tres motivos principalmente:



a) Proporciona una obra completísima que articula de manera pedagógica e innovadora el saber sobre las relaciones laborales de una manera plural, enfocada hacia Europa y España, cuando carecíamos de algo semejante en nuestro país en un solo trabajo.



b) Comporta una referencia en la sociología de las relaciones laborales en un intento de reintegración de las diferentes posturas críticas, cercanas a cierta perspectiva actorial socioinstitucional.



c) Representa un estímulo al debate en este campo, al actualizar los interrogantes y ordenar de manera más completa las controversias, aportando una perspectiva renovadora y reformadora, que aunque afín al mundo de la izquierda sindical es no obstante moderada, que en los próximos años debe constituir una referencia de cara a superar las controversias sobre el mundo de las relaciones laborales.



En mi opinión, se trata de una obra a recomendar para todos aquellos docentes, investigadores y expertos en su uso profesional, un magnífico texto de referencia para sindicalistas, técnicos de empleo, e iniciados al análisis del mundo de las relaciones laborales. La ordenación del debate y caracterización de los interrogantes y controversias clave confieren a este trabajo no sólo la confianza como manual de cabecera básico para los expertos sobre relaciones laborales, sino que comporta un avance y tratamiento sobre estas cuestiones animando su abordaje a otros colegas y analistas, desde un punto de partida que mira al futuro desde un compromiso ético y crítico, mediante una hábil y cuidadosa manera de comunicar, y con un trabajo científicamente riguroso.