24/1/11

Diploma de la U.C.M. “Análisis crítico de la economía capitalista”

Diploma de Formación continua Universidad Complutense de Madrid “Análisis crítico de la economía capitalista”(El método marxista y su aplicación al estudio de la economía mundial actual).
Kaos. Madrid |
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Diploma de Formación continua

Universidad Complutense de Madrid

“Análisis crítico de la economía capitalista”

(El método marxista y su aplicación al estudio de la economía mundial actual)

19/1/11

El Otro Davos

página principal de VIENTO SUR

http://www.vientosur.info/articulosweb/noticia/?x=3352

Por otro mundo, por otro sistema social...
El Otro Davos 2011. Basilea, 21-23 de enero de 2011
VS 0 | | sección: web | 02/12/2010
Programa del Foro

La denominación de “El Otro Davos 2011: “Por otro mundo. Por otro sistema social” tiene su razón de ser en la dimensión multifacética de la crisis del sistema capitalista internacional.

16/1/11

El carácter del sector público español (8): ¿Qué socializar?.

Daniel Albarracín. Septiembre 2010

¿Qué actividades, por razones sociales de equidad y de eficiencia, deberían encuadrarse en el sector público?.

Hay actividades que los mercados no abordan por cumplir unas características que hace muy difícil que las empresas las asuman. Se trata de actividades que pueden ser monopolios naturales, o bien que no son rentables si bien pueden ser necesarias socialmente o que resultan estratégicas para una economía nacional, y que por tanto, la economía privada no desarrolla. Las primeras porque su envergadura exige unas inversiones iniciales formidables, y porque su servicio haría ineficiente y financieramente inviable la concurrencia de más de una entidad. Las segundas y terceras, porque escapan al foco de atención de las empresas privadas, instaladas en esquemas de búsqueda de beneficio, fuera del largo plazo, y sólo sensibles a factores sociales, ambiéntales y políticos en función de sus intereses particulares. De afrontarlas la economía privada lo haría de manera discriminatoria –en función de la solvencia del consumidor-, desigual, insuficiente o sencillamente no las abordaría –meteorología, transporte público a localidades poco pobladas, etc…-.

Entre los monopolios naturales pueden identificarse grandes infraestructuras de energía, servicios de telecomunicaciones y de transporte, entre otros. Entre las estratégicas o socialmente necesarias, la actividad regulatoria de la política monetaria, el sistema financiero, los cuerpos de atención de desastres, ciertas actividades científicas, la justicia, el suministro básico y autosuficiente de energía y alimentos, la gestión y uso de aguas, la educación, la sanidad, la atención a las personas dependientes y ciertos servicios de cuidados, o las pensiones, entre otras.

Naturalmente, la decisión de qué actividades deben incluirse en el sector público es un asunto de decisión política. Pero cualquier opción que asuma el bienestar social de la mayoría, las necesidades colectivas, la solidaridad y la igualdad como base, y un criterio de dirección democrática de la economía, debería asumir que es preciso un sector público fuerte y amplio. La prioridad no sería un Estado que, como el pensamiento conservador plantea, se centrase en el orden social, la seguridad, y la defensa de la propiedad privada y la libertad de empresa y mercado, que garantizasen el lucro. Si no, más bien al contrario, establecer una línea de regulación fuerte de las empresas privadas y de la economía de mercado, de impulsar un sector empresarial público amplio, y un sector público desburocratizado y eficiente, al servicio de las necesidades sociales, que asumiese piezas económicas estratégicas para poder responder al bien común.

14/1/11

El carácter del sector público español (7): ¿Descentralizar o centralizar/desconcentrar a escala internacional?.

Daniel Albarracín. Septiembre 2010

¿Cómo valorar la descentralización de las Administraciones públicas?

Uno de los fenómenos más importantes para comprender las tendencias del sector público español es la descentralización de las políticas públicas –en paralelo al traslado de competencias a la UE-. Esta dinámica, justificada por algunos como una fórmula de acercamiento de las políticas públicas y la gestión a la ciudadanía en cada territorio, en cambio han contribuido a cierta descoordinación y asimetría en diferentes capítulos.

12/1/11

El carácter del sector público español (6): De la competitividad del mercado a la eficiencia de lo público


Daniel Albarracín

Septiembre 2010

¿Estado y Mercado rivales?.

En la literatura convencional se suele sostener que hay una rivalidad entre Estado y Mercado. Pero nada más lejos de ello, la historia del capitalismo ha consistido en que ha sido precisa, para el desarrollo ordenado, equilibrado y vigoroso de los mercados, una importante y creciente intervención pública –la cuestión es qué tipo de intervención-, si bien su protagonismo y dimensión haya sido distinta en cada núcleo de países. El ordenamiento de los mercados y su regulación han supuesto el espacio de actuación de las empresas, que, debido a las dificultades de los mercados para descollar inicialmente, por sus desequilibrios en su despliegue o por sus estrangulamientos (desplegados y orientados por un vector de rentabilidad y competencia desigual y rivalista) o saturación, han requerido del soporte público para hacer posible, y animar ciertas actividades, que de otro modo no realizarían, y para garantizar la viabilidad de sectores y empresas, que de otro modo las crisis arruinarían.

10/1/11

El carácter del sector público español (5): Déficit y Deuda Públicos


Daniel Albarracín

Septiembre 2010

¿Hasta qué punto es importante el endeudamiento del sector público español?. Déficit y Deuda Pública.

En algunos años pasados la economía pública gozó de superávits que pareció dejar atrás un endémico déficit. Sin embargo, recientemente se ha invertido esa tónica y vuelve este fenómeno con fuerza, por razones que ya hemos expuesto.

Los mass media y analistas al uso, han insistido que el sector público, por el déficit, drena recursos, que a su vez gestiona con ineficiencia, de la economía y el mercado privados, y que por eso es un lastre. Por el contrario, se ha advertido mucho menos, que los déficits públicos pueden contribuir a una dinámica anticíclica, invirtiendo y estimulando el consumo, reestableciendo las condiciones del conjunto de la producción. Tampoco se ha querido admitir, que precisamente, ante la pérdida de oportunidades de negocio en numerosos sectores, en los que habitualmente se han mantenido insostenibles tasas de beneficio en circunstancias fraudulentas, el capital privado se ha orientado a adquirir, en condiciones especulativas, seguras y bien remuneradas, deuda soberana, drenando año a año de los presupuestos públicos recursos cada vez más importantes (en 2010, un 6,6% de los presupuestos generales del Estado eran devoluciones de la misma), a costa de la aportación de la mayoría y del interés general.

Pero, ¿hasta qué punto el déficit público es un problema?. Pues aunque en los próximos años seguramente podrá llegar a serlo, en modo alguno puede señalársele como causa de la crisis. Si no, más bien al contrario, como un síntoma de la misma, de un modelo de afrontarla, y de un vehículo de reparto del esfuerzo para salir de ella. ¿Y por qué podrá ser un problema?. Porque el déficit público se financia con deuda pública, que partía en España en porcentajes comparados muy bajos, pero que con su crecimiento, y con la fuerte presión de los mercados financieros, restará recursos para la devolución de los intereses. Ante el fin de los negocios inmobiliarios y empresariales, el capital está acechando la actividad pública como una doble fuente de rentabilidad: a través de la especulación con la deuda soberana y la obtención de fuertes réditos, y a través de la captación de actividad clásicamente pública que ahora se puede privatizar, o que ante su inhibición deja espacio a la iniciativa particular.

DÉFICIT/SUPERAVIT PÚBLICO EN %PIB 2006-2009. EUROPA

Fuente: Elaboración propia a partir de Eurostat

El crecimiento del déficit público ha sido más intenso en países como Italia, Grecia, España o el Reino Unido, aunque la tendencia parece común en casi toda Europa, salvo en Suiza. En el caso español se alcanzó el 11,2%. Las políticas depresivas, la renuncia al incremento impositivo, la crisis, y la presión de los intereses de la deuda empujarán a un círculo vicioso, ya observado en los años 80 y 9 en América Latina con los planes de ajuste impuestos por el FMI y BM.

En la siguiente tabla se compara el peso de la deuda pública en diferentes países europeos. España tiene aún un peso menor de su deuda en comparación con el resto de Europa, sólo mejorado por Suecia y Estonia.

DEUDA PÚBLICA BRUTA CONSOLIDADA %PIB


1995

2000

2005

2006

2007

2008

2009

UE-27

:

61,9

62,8

61,4

58,8

61,6

73,6

UE-25

68,7

62,1

63,2

61,9

59,4

62,3

74,3

Área euro 15

72,3

69,3

70,3

68,5

66,2

69,7

79

Alemania

55,6

59,7

68

67,6

65

66

73,2

Estonia

9

5,1

4,6

4,5

3,8

4,6

7,2

Irlanda

82,1

37,8

27,4

24,9

25

43,9

64

Grecia

97

103,4

100

97,8

95,7

99,2

115,1

ESPAÑA

63,3

59,3

43

39,6

36,2

39,7

53,2

Francia

55,5

57,3

66,4

63,7

63,8

67,5

77,6

Italia

121,5

109,2

105,8

106,5

103,5

106,1

115,8

Polonia

49

36,8

47,1

47,7

45

47,2

51

Portugal

61

50,5

63,6

64,7

63,6

66,3

76,8

Suecia

72,2

53,6

50,8

45,7

40,8

38,3

42,3

Reino Unido

51,2

41

42,5

43,5

44,7

52

68,1

Fuente: Eurostat

Cabe afirmar que aún hay margen para seguir endeudándose para confrontar la crisis. Pero en modo alguno parece razonable recurrir sólo a esta vía, sin explotar un régimen fiscal progresivo, una persecución del fraude, la apuesta por el estímulo económico a través de la inversión pública planeada en áreas de utilidad social y con efectos multiplicadores sostenidos, una exigencia de responsabilidad, solvencia y fluidez del crédito al sistema financiero, y un gobierno de los mercados que permita orientar a la economía privada en otra línea diferente al ajuste rentabilista y cortoplacista.

Fuente: Banco de España

Merece la pena reseñar los datos para lo que lleva de 2010, hasta Agosto. Las medidas de ajuste drástico del gasto han conseguido reducir el déficit público de manera sorprendentemente rápida (MºEconomía y Hacienda, 2010: 17), según la cuál se habría reducido un 42,2% respecto al mismo periodo del año anterior, lo que supone el 3,3% del PIB, cuando el déficit en esas misma fechas en 2009 fue del 5,72%.

4/1/11

Reseña Libro La Crisis de la Economía de Mercado. Jesús Albarracín

La Crisis de la Economía de Mercado (2010). Maia Ediciones.

La crisis que atravesamos no se puede contemplar desde la superficie de lo coyuntural, ni desde la espera ingenua en la providencia –que si se mueve entre las sombras, acaba pergeñándola el poder-, ni desde la complacencia confiada en que tras la tempestad regrese la calma. Nada, después de esta crisis, será igual, y cómo se opere ante ella determinará las condiciones de la salida.

El capitalismo se sume en una crisis profunda. Su sistema explica su vitalidad así como sus quiebras. Comprender qué sucede y cómo sucede resulta crucial para manejarnos o, como pretendía el autor, intentar transformar el mundo en el que se despliega. Nada más alejado de un prisma mecanicista, Jesús Albarracín nos ayuda a entender que la dinámica capitalista no se promueve desde ninguna ley automática. Los factores sociales y políticos le dan forma y, a partir de ahí, el sistema recorre su camino con un vigor contradictorio. Con cruces de rutas que suscitan la posibilidad de alternativas.

Jesús Albarracín, brillante economista del Servicio de Estudios del Banco de España, y referente en el movimiento obrero español de finales del siglo XX, fallecido en 2000, nos legó este manual de análisis económico. Una contribución fundamental, desde una aproximación actual, para dar cuenta de aspectos tales como la lógica de la mercancía, el papel de la rentabilidad, la teoría del valor trabajo, la dinámica a largo plazo de la acumulación y la teoría de las ondas largas, algunas problemáticas monetarias, o ciertos rasgos de la hipertrofia financiera que ya entonces descollaban. También brinda un análisis crítico de la planificación burocrática en el Este europeo, y nos brinda criterios para superar estas experiencias históricas.

Daniel Albarracín, su sobrino, realiza un ejercicio de síntesis, adaptación y actualización, con el ánimo de recoger sus clarividentes explicaciones, rescatar y difundir un trabajo intelectual imprescindible, que más allá de la añoranza de la inteligencia y personalidad del autor, comporta un arma de futuro en manos de aquellos inconformistas con lo existente.


AUTOR
: JESÚS ALBARRACÍN
EDITORIAL: MAIA EDICIONES
ISBN: 978-84-92724-25-3
EAN: 9788492724253
AÑO: 2010
LUGAR DE EDICIÓN: Madrid

3/1/11

El carácter del sector público español (4): Actividad económica estatal



Daniel Albarracín. Septiembre 2010

¿Qué tipo de actividades desarrolla y promueve el Estado?.

El presupuesto del Estado se ha aminorado sensiblemente en los últimos años. La composición del gasto social ha condicionado la situación, agravada fundamentalmente por la caída de la recaudación, la política desfiscalizadora y la crisis económica (la base imponible global cayó un -4,7% en 2008 y un -6,1% en 2009, según la AEAT). El sector público, no obstante, ha tratado de “animar” al sector privado con una política de subvenciones –a la educación privada, las ayudas a la automoción, las ayudas (FROB) al sector financiero-, y de privatizaciones parciales –externalizaciones de servicios sanitarios, por ejemplo- o mediante venta patrimonial, que acompañaban su estrategia de “estímulo fiscal” (o desfiscalización al capital).

En este mismo sentido de denigración de lo público y ensalzamiento de lo privado, el sector público empresarial desde los años 90 ha quedado prácticamente reducido a la mínima expresión, muchas veces acabando lo que fue en manos de emporios privados, que han sabido aprovechar su vigor y saneamiento económico (Telefónica, Argentaria, etc…). En Abril de 2010 el gobierno planea una racionalización aún mayor para fusionar y extinguir empresas, y reducir personal directivo del sector residual existente, afectando a 106 empresas donde aún conserva más del 50% del capital, especialmente en el grupo SEPI y patrimonio, para acabar con sólo 77. También se ha generalizado una reducción salarial de media de un 5% entre los empleados públicos y se minimiza el reemplazo de personal, recortándose plantillas temporales en el sector público. Era la siguiente secuencia, el tijeretazo, del drástico programa de austeridad de recortes. El último paso ha sido la posibilidad de entrada del capital privado, con capacidad decisional, en las Cajas de Ahorros.

En suma, el sector público en materia de intervención económica, no sólo ha emprendido una decidida línea de regulación flexible (extremando la desregulación de la directiva de servicios, por ejemplo), sino que también se ha inhibido de casi cualquier protagonismo económico-productivo o de creación de empleo, quedándose en casi mero transferidor de rentas públicas al sector privado. Se ha confiado casi todo a la lógica del mercado capitalista y de la asignación de las inversiones orientadas por el beneficio privado, a pesar de las constataciones del fracaso de dicho modelo.

En lo que refiere a la inversión pública, la evolución fue positiva hasta el año 90, desde niveles bajos, para luego caer sensiblemente hasta el año 2000, donde se recupera este indicador, ganando terreno respecto a la evolución en la UEM, y los niveles de comienzo de los 80. El sector público ha renunciado a una mayor inversión pública –si exceptuamos la transitoria y pobremente planeada iniciativa del Plan E-, ya en crisis, y a un mayor protagonismo. La inversión, con los programas de austeridad del gobierno, en un contexto de transferencia de la deuda privada a las cuentas públicas y un ascenso del déficit público y de presión de los mercados financieros, va a aminorarse seriamente.

Fuente: Elaboración propia a partir del Banco de España

La evolución del peso de personal público en relación a la población ocupada en España se ha reducido sensiblemente entre 1996 y 2008. Sólo Grecia fue en otra dirección, y Reino Unido se mantuvo. Los países del Este desmantelaron el empleo público en todos estos años. España sólo superaba en 2008 a Alemania e Italia en este indicador. Pero en lo que respecta al peso del empleo en empresas públicas dentro del sector público España está en los niveles inferiores, con un retroceso severísimo en los años estudiados, lo que es prueba de la inhibición para asumir actividades empresariales en sí o nuevos servicios públicos.

Personal Público en países europeos (% y miles)


%Personal Público en Población Ocupada

%Personal en soc y empresas públicas

Total Personal Ocupado (miles)

Entre () datos más reciente disponible

1996

2008 o Dato más reciente

1996

2008 o Dato más reciente

1996

2008 o Dato más reciente

Reino Unido (2006)

20,25

20,2

7,9

5,93

26.026

28.964

Alemania (2007)

18,64

14,33

32,51

28,76

37.498

39.768

Francia (2006)

30,89

29,03

13,19

10,21

20.574

23.141

Grecia

21,78

22,31

65,86

61,61

3.868,2

4.582,5

Irlanda

22,13

17,7

19,23

11,17

1.268,8

2.108,5

Italia

16,08

14,47

nd

nd

22.600,2

24.996,3

Polonia

34,49

26,29

54,49

54,62

15.487,4

13.771,1

Rumanía

47,62

18,39

nd

nd

10.935,6

9.369,1

Noruega

37,79

33,95

nd

nd

2.156,4

2.537,9

España

18,03

14,6

14,68

4,91

12.868

20.257,6

Fuente: Elaboración propia a partir de Laborsta, OIT