21/2/12

El gobierno nos miente, nos maltrata y sólo mira por los privilegiados


La situación económica en España va a ser dramática, tanto por el diseño y políticas de la UE, como por las políticas recesivas del gobierno en vigor.

Esta gente cierra quirófanos y quita profesores para pagar una deuda que es en gran parte ilegítima y en algunos casos jurídicamente odiosa. Una deuda contraída con la banca que está gozando de todos los blindajes y privilegios como acreedor que impuso sus condiciones. El gobierno Partido Popular es sumamente injusto, ineficaz y no tiene vergüenza alguna. Dicen que es el partido de los trabajadores. Dejen de mentir.

El Partido Popular mintió en sus promesas electorales: dijeron de no aumentar impuestos, no facilitar ni abaratar el despido, no quebrar las bases de los servicios públicos. Todo eso lo están desguazando.

La reforma laboral nos lleva al siglo XIX. Sólo facilita y abarata enormemente el despido y destroza la negociación colectiva.

El Partido Popular prometió que lo primero era el empleo. No, para ellos lo primero es el despido y la precariedad laboral. Esta gente es una mentirosa, farisea y depredadora.

Los empresarios no crean empleo porque tengan más incentivos a la contratación, sino porque tengan pedidos y expectativas de beneficio. El ciclo y la crisis capitalista han roto esas expectativas. Los incentivos sólo ayudan a escoger a unos colectivos frente a otros, pero no crea empleo. Estamos ante una crisis del sistema.

La anterior reforma del PSOE facilitaba el despido, y justo es denunciarlo. Esta empuja a despedir, y luego contratar con minijobs a varios jóvenes por muy poco salario y menos garantías y derechos.

Las reformas podrían haber ido por otro lado. ¿Cómo es posible que se ajuste sólo los derechos laborales y los servicios públicos, y se destinen un 13% del PIB en forma de rescates bancarios?.

La lógica del beneficio no entiende de las necesidades sociales que no se expresan en dinero. Esa lógica es prescindible, hay que levantar otra lógica económica que ponga primero a las personas.

Las reformas debieran orientar la política económica por otra vía: inversión pública, creación de empleo público, regulación del sistema bancario, constitución de una banca pública con los recursos de la banca irresponsable. Encarecer el despido y la contratación temporal, etc... Y mucha, mucha más participación de la gente y mejor democracia.


Lo que no alcanzo a entender es que la contraparte, una vez la gran respuesta de la manifestación del pasado domingo 19, no confronte directamente con un gobierno que no responde a las expectativas de la sociedad y ni siquiera de la mayoría de su electorado, en un marco donde el sistema electoral admite que un partido que no es mayoritario gobierne con mayoría absoluta y absoluta impunidad. No parece muy inteligente que se opte por "negociar en el trámite parlamentario" cuando se ha demostrado que la fuerza social sólo reside en la calle porque estas instituciones ya no nos representan. Y parece sumamente increíble que aún no se hayan dado cuenta que la institucionalidad tanto del diálogo social como de los sindicatos la ha quebrado definitivamente la burguesía, que para restaurar su tasa de beneficio sólo puede hacerlo destrozando los derechos laborales y sindicales.

A mí, que me lo expliquen...

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