30/11/12

Entrevista: ¿Qué hacemos con el euro? 2) El futuro del euro



Daniel Albarracín

2.1-¿Qué escenario ves más probable a corto y medio plazo (no escenario deseable, sino probable)? ¿Continuidad, desaparición del euro, salida de uno o varios países, refundación con nuevas bases, otro?

En estos meses tras el verano la tormenta financiera de las primas de riesgo ha amainado ligeramente. Algunos autores lo achacan a un cambio significativo en las políticas europeas y a una expectativa de mayor intervención del BCE. Dicen ciertos analistas que era impensable hace bien poco que existiesen instrumentos como el MEDE, los rescates, la quita a la economía griega, o que el BCE actuase con vigor comprando deuda en los mercados secundarios. También el proyecto de unión bancaria, la armonización de las bases imponibles del Impuesto de sociedades, parecen algo increíble bajo la mirada de hace pocos años.
Sin embargo, aún a pesar de lo significativo de estas iniciativas, la situación está al borde del precipicio, y las mismas parecen no sólo insuficientes económicamente hablando, sino orientadas de manera socialmente injusta y regresiva.
Que las nubes grises hayan dejado de hacer brotar lluvia, y podamos dejar por un momento el paraguas, quizá pueda estar escondiendo la tormenta solar que nos abrase próximamente. Las medidas adoptadas no interrumpirán las tendencias estructurales de base que el diseño del sistema euro sigue conteniendo, así como no impedirán que las fuerzas de las contradicciones del capitalismo sigan estallando.
Lo más previsible es que pasado unos meses, a lo sumo dos años, estas medidas sean incapaces de evitar un estallido del sistema bancario europeo, con quiebras sucesivas, a pesar de la enorme socialización de pérdidas llevada a cabo. El detonante puede ser la declaración de impago de un país, o de una significativa parte del capital privado.
El escenario puede ser muy diverso, porque aquí reinará el campo de las decisiones políticas y eso depende de la correlación de fuerzas de unos y de otros. En mi opinión, lo más probable, dada la hegemonía de los representantes políticos más afines al capital más comprometido con el euro, es que se trate de salvar el euro a toda costa, pero con algún sacrificio ejemplar. En mi opinión, Grecia es el principal candidato a ser expulsado, para que, a partir de su tragedia, disciplinar a todos los demás.
Naturalmente, los escenarios pueden ser muy distintos.
También puede haber países donde empiecen a dirigir gobiernos nacional-populistas que traten de recuperar su moneda anterior, saliendo del euro lo que causaría una conmoción, y, de sucederse entre varios, conduciría a una carrera devaluadora competitiva enloquecida en la que todos saldrían perdiendo y, al final, las clases trabajadoras colisionarían entre sí, y rivalizarían por cómo hundir sus condiciones de vida para sostener las cuotas de mercado de sus capitales nacionales.
Estos escenarios, son en ambos casos muy contraproducentes para las clases populares.

2.2-Las medidas adoptadas en los últimos dos años en Europa (austeridad, pacto de estabilidad, mecanismos de rescate, etc), ¿ralentizan o aceleran la descomposición? ¿Cierran el camino a propuestas alternativas y obligan a seguir adelante?

Estas medidas son extraordinariamente recesivas, y entrañan una transferencia de rentas y poder favorable a las rentas del capital. No tienen por qué acelerar el fin del euro, pero con él, aumentará la inestabilidad y las desigualdades. Para abrir camino a propuestas alternativas, lo único que plantean es que para hacerlas posibles sólo se podría con medidas de subversión más drásticas, como desobedecer los tratados europeos y abrir políticas económicas alternativas que podrían incluir nuevas alianzas sociales e internacionales.


2.3-Desde Europa se insiste en el mensaje de la “irreversibilidad” del euro. ¿Es irreversible el euro? ¿Apuestan de verdad los gobiernos e instituciones europeas por el futuro del euro, o trabajan ya con otros escenarios? ¿Y los “mercados”?

El euro no tiene por qué ser irreversible, este es un asunto político. Los gobiernos europeos, al menos en su orientación dominante actual, sí apuestan decididamente por la pervivencia del euro, conscientes de la necesidad de cambios institucionales de envergadura, eso sí, siempre favorables a los intereses del gran capital transnacional europeo (y también norteamericano, vía incursión FMI). No cabe hablar de los mercados sin recordar que estos están conformados por ciertos oligopolios corporativos con mayor influencia. Estas grandes corporaciones, fundamentalmente financieras, pero también del capital industrial transnacional, apuestan por la continuidad del euro. En cambio, fracciones del capital industrial que sólo opera a nivel nacional, y que es indiferente a las exportaciones, puede estar interesado en recuperar las monedas nacionales.

2.4-Ese discurso de la irreversibilidad se basa en una consigna que anula el debate: “o el euro o el caos”. ¿Es esa la disyuntiva?

El euro aboca a un drama social para las clases populares y regiones más débiles, salir del euro conduce al empobrecimiento en la periferia. Con las políticas de estabilidad y un Banco Central como el que tenemos el euro es la espada de Damocles para el mundo del trabajo. Salir del euro, si pervive la gestión neoliberal o si nos encerramos en el marco nacional, nos conducirá, sobre todo para países con menores recursos y peor inserción económica internacional, a más empobrecimiento (vía carestía de recursos, inflación y deuda disparada).
El dilema principal no es continuar o salir del euro, sino el esquema de funcionamiento socioeconómico. Sólo en función de los parámetros de éste puede valorarse la incidencia de la moneda.
En realidad, el foco de atención debieran ser principalmente otros. El primer lugar, la cuestión de la ilegitimidad de las deudas contraídas –vía socialización de las deudas privadas-, de las condiciones privilegiadas de los acreedores y de la priorización del pago de las deudas a costa de cualquier otro punto de la agenda política. En segundo lugar, las políticas de recortes y las condiciones de los “secuestros financieros” que la Troika está imponiendo. En tercer lugar, pero como base determinante, el modelo económico capitalista.

2.5-La actual estructura monetaria y financiera europea, ¿deja algún margen para otro tipo de políticas? Dicho de otra manera: ¿existe una salida de izquierda a la crisis europea sin alterar en lo fundamental el actual marco de relaciones?

No hay margen para una política de izquierdas sin transformar radicalmente, sin acabar con el marco de relaciones actual. Los Tratados de la Unión Europea han diseñado un monstruo que blinda el enriquecimiento de las elites europeas, fragmenta a los pueblos de Europa y empobrece a las clases populares. Por eso, cualquier agenda alternativa debe desobedecer, para construir otro modelo de relaciones, el esquema de la UE y su sistema euro.

2.6-La salida de algún país del euro, ¿cómo afectaría al resto? ¿Sobreviviría el euro a una o varias salidas?

El euro puede sobrevivir durante tiempo, pues puede hacerlo en un club menor de países. La salida de un país europeo del euro puede tener diferentes consecuencias en función de la envergadura de este y del papel que juegue en la división internacional del trabajo. La salida de Grecia causaría una significativa conmoción, porque de seguro vendría acompañada de una declaración de impago con la consiguiente crisis bancaria centroeuropea y su repercusión a la norteamericana (vía CDS). Sin embargo, su impacto, sin ser pequeño sería absorbible. No sería el caso, por ejemplo, si España o Italia abandonasen el euro, pues el impacto sería de grandes proporciones. Las quiebras serían de mayor profundidad y extensión. Pero eso no equivale a que el euro tuviese sus días contados en todos los países.

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